Márquez Avilés, José Fidel2024-07-122024-07-12https://hdl.handle.net/20.500.14492/29086Las glándulas salivales y su producto de secreción, la saliva, han sido investigadas desde hace mucho tiempo. Galeno en su obra "De Uso Partum" señala y describe la situación de las glándulas salivales mayores y su desembocadura en la cavidad oral. Probablemente esta sea la referencia más antigua que pueda encontrarse en la literatura. Desde entonces han sido motivo de las más diversas investigaciones. Se encuentran referencias como la descripción anatómica efectuada por Vesanias, en 1543, que puede considerarse como la primera en su género. Posteriormente diversos anatomistas establecieron la existencia de los conductos glandulares, que fueron llamados con los nombres de sus descubridores: Stenon, Wharton y Rivinus. Ya entonces se comenzó a especular que estos conductos, además de servir como medio de transporte, desempeñaban otras funciones, posibilidad que fué considerada en 1883 por Merkel, quien estableció principalmente los fundamentos morfológicos, y en 1886 por Werther quien efectuó una investigación comparativa de la concentración de sales en varios tipos de saliva. Bernard (1856) y Heindenhain (1868) reprodujeron las investigaciones de Graaf, las cuales consistían en la preparación de fístulas pancreáticas y submaxilares. Estos experimentos fueron más extensamente desarrollados por Pavlov, quien los llevó a su más alta expresión cuando estudió los efectos del sistema nervioso sobre las secreciones del tubo digestivo (2).application/pdfcc_by_nc_4610 Ciencias médicasprofesionalespersonal médicoenfermeria611 Anatomía humanaembriologíacitologíahistologíaEstudios funcionales en la hipertrofia de las glándulas salivales.Thesis