Bado Henríquez, Marlene IsabelAmaya Mejía, Fátima Jasmín2024-01-252024-01-252021-10-01https://hdl.handle.net/20.500.14492/11155El comercio tradicional ha evolucionado cada año hasta modificar la normativa internacional vigente, según las necesidades y deseos que los clientes desean suplir, desde la conocida relación de dos (vendedor-cliente), a una relación de tres (vendedor-dispositivo electrónico-cliente), hasta involucrar a compañías completas y requerir relaciones comerciales previas y a futuro entre los Estados (consolidadas en los tratados de libre comercio internacional o acuerdos comerciales). Por ello, se considera que el comercio electrónico después del 2020 ha llegado para quedarse en el intercambio de servicios y mercancías a nivel nacional e internacional, por ser una nueva modalidad que acerca a los actores de la actividad económica y facilita la vida de los clientes, genera un vínculo entre los compradores y vendedores en el momento de la compra, así como, determina las métricas a futuro haciendo referencia al almacenamiento de datos y estrategias publicitarias que se adapten a la realidad cambiante para lograr un alza en la facturación y sus beneficios. Y finalmente se informa sobre las ventajas y riesgos del comercio electrónico internacional incorporando los INCOTERMS como medios de prevención a las pérdidas o incidentes que puede ocasionar el impredecible océano en su naturaleza y las plataformas de comunicación virtual. Es decir, el comercio electrónico internacionalmente aceptado y puesto en acción con mayor frecuencia durante y posterior a la cuarentena provocada por la COVID19, evidencia la reconfiguración en la logística internacional y sus procesos dentro en el transporte marítimoes-SVTransporte marítimologística internacionalcomercio electrónico337380Monograph