Abarca Abarca, Jorge2024-03-012024-03-012010-01-010041-8242https://hdl.handle.net/20.500.14492/26442Desde las primeras revoluciones y gritos de independencia los nuevos Estados pretendieron establecer relaciones diplomáticas con el ya independiente vecino del Norte: Estados Unidos. Pero los patriotas y revolucionarios hispanoamericanos se encontraron solos frente al poderío español, pues la respuesta de Estados Unidos fue negativa. Aunque internacionalmente se autoproclamaban amantes de la independencia, sus gobernantes mantuvieron una sorda hostilidad ante los gritos y las luchas por la libertad de los pueblos hispanoamericanos. Después de varios años desde la primera misión enviada a Washington, Estados Unidos reconoció a los Estados hispanoamericanos como naciones, pero ese hecho no implicaba que impedirían a España restablecer su autoridad en las colonias. El libertador Simón Bolívar tenía una conciencia de unidad hispanoamericana, ya que esta cerraba el paso a la hegemonía de Estados Unidos en el continente. Bolívar expresa en un mensaje dirigido a la ciudadanía el 22 de junio de 1818 la intención de entablar relaciones de amistad y fraternidad entre Estados Unidos y los Gobiernos libres de América, pues hasta el momento el comportamiento de la nación norteamericana había sido lo que él llamaba «Política Aritmética», es decir calculadora y fría.es-SVAntiimperialismosimón bolívarvenezuelahistoria2000lau325987Disertación : Bolívar «pensamiento precursor del antiimperialismo»Article