Mendoza de Escobar, Kenny JazminAguilar Barahona, Diana ElizabethArévalo Palma, Fernando JoséChávez Hernández, Elizabeth Tatianaab15001@ues.edu.svap16010@ues.edu.svch16010@ues.edu.sv2024-07-242024-07-242024-07-23https://hdl.handle.net/20.500.14492/29704En el año 2012, el Gobierno de El Salvador, por medio del Ministerio de Trabajo y Previsión Social y con el apoyo del INJUVE, lanzó el Plan de Acción Nacional de Empleo Juvenil 2012-2024, cuyo objetivo consistió en “mejorar la trayectoria laboral de la juventud salvadoreña” abarcando como pilares fundamentales el empleo, la empleabilidad y el emprendimiento en jóvenes. Dicho Plan se dividió en dos fases: la primera (denominada de “corto plazo”) comprendida entre 2012 a 2015, y la segunda (de “largo plazo”) de 2016 a 2024. Bajo este contexto, la presente investigación tiene por objetivo medir el nivel de inserción laboral de la población juvenil de El Salvador durante la implementación del Plan Nacional de Empleo Juvenil para el período 2012-2020. El documento de investigación es de enfoque cuantitativo con naturaleza descriptiva, debido a que se lleva a cabo una caracterización medible del empleo juvenil mediante el uso de estadísticas e indicadores de empleo, proporcionados por la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Para efectos de esta investigación, la población objetivo fueron las personas pertenecientes a la Población Económicamente Activa (PEA) de El Salvador, cuya edad fue delimitada al rango de 20 a 29 años, y que adoptaron la definición de “PEA juvenil”, la cual se constituye de a) aquellos jóvenes que poseían un empleo remunerado, los cuales hemos denominado “jóvenes ocupados” y b) aquellos jóvenes que se encontraban buscando constantemente una oportunidad laboral, que para efectos de la investigación denominamos “población juvenil desocupada”. Durante el período de estudio, la PEA juvenil representó un aproximado del 25.0% de la Población Económicamente Activa Total de El Salvador. Para una mejor comprensión del abordaje de la población juvenil ocupada, se determinaron 4 aristas o dimensiones que estructuran la caracterización de la misma: dimensión demográfica, dimensión social y la dimensión económica-laboral: En el caso de la dimensión demográfica, se evidenció la existencia de una brecha con tendencia al alza entre hombres y mujeres en lo referente a oportunidades de empleo, en 2012, los jóvenes ocupados se conformaban por 60.7% hombres y 39.3% mujeres, y para 2020, los hombres representaron el 62.1% de total de ocupados jóvenes, reduciendo en 2 puntos la participación de las mujeres. Así mismo, se observó una tendencia de la población juvenil ocupada respecto a su área geográfica de procedencia, entre 2012 y 2020, los jóvenes provenientes de zonas urbanas pasaron del 63.7% al 61.4%, mientras que aquellos jóvenes que residían en áreas rurales, transitaron del 36.3% al 38.6%, denotando un leve incremento de jóvenes ocupados residentes de áreas rurales. Respecto a la dimensión social de la población juvenil ocupada, se tomó en consideración del nivel educativo, basado en los 3 niveles presentados por la OIT: nivel básico, nivel intermedio y nivel avanzado. Durante el período de estudio, se denotó una reducción de aquellos jóvenes ocupados que solamente contaban con un nivel educativo bajo, pasando del 34.1% en 2012 al 28.1% en 2020; a su vez, se destaca el incremento de jóvenes ocupados que contaban con educación intermedia, transitando del 43.8% al 55.9% entre 2012 y 2020; también se evidenció un incremento de jóvenes con empleo que contaban con educación avanzada (superior); sin embargo, el incremento fue de 1 punto porcentual: pasando de 4.7% a 5.7% entre 2012 y 2020. La última dimensión, relacionada al ámbito económico laboral de estos jóvenes, expone que, entre 2012 y 2020, la población juvenil ocupada se concentró en el sector terciario de la economía salvadoreña, y desempeñaban ocupaciones consideradas de “baja cualificación”: los jóvenes que se encontraban dentro de los rubros de hoteles, comercios y restaurantes tuvieron, en promedio, un porcentaje de participación del 44%; sumado a esto, se observó que, en 2020, un 55.4% de los jóvenes ocupados se dedicaban a empleos vinculados a servicios, ventas y trabajos elementales. Se concluye que, entre los años 2012 y 2020, el empleo juvenil no presentó mejoras significativas medibles por medio de las dimensiones anteriormente mencionadas durante la implementación del Plan de Acción Nacional de Empleo Juvenil, el cual también presentó limitaciones e incongruencias en estructura y planificación estratégica y operativa.esAttribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 Internationalmercado laboralIncidencia del Plan de Acción Nacional de Empleo Juvenil en el Mercado Laboral de El Salvador, Período 2012-2020Trabajo de grado