Miro Llort, José2024-02-072024-02-071966-03-01https://hdl.handle.net/20.500.14492/20070Razones por las cuales se emprende este trabajo. El 24 de febrero de 1965, ingresa al Hospital Santa Teresa, de Zacatecoluca, María Guillermina, de 46 días de edad con diagnóstico de hepatoesplenomegalia y anemia. Ya en el Servicio de Pediatría, se aprecian anormalidades en los genitales externos comprobándose presencia de testicul0s y catalogándose de hipospadias. Encontrándome desempeñando mi año de servicio social en ese Centro hospitalario tomo interés en el caso y recurro a la ayuda de los libros de la especialidad, comprobando otras anomalías además del hipospadias: escroto bífido y pene palmeado. Nuestro primer y único trabajo consistió en convencer a la madre que era un hijo y no una hija lo que tenía. Por desgracia la madre había bautizado a su retoño como María Guillermina y no la puede ver nunca como un varón. A su pequeña edad con aritos, collar, vestido de mujer, genitales sin desarrollar el problema no es grave. Pero se le explicó por todos los medios que pensara y comprendiera como al pasar los años, su hijo se vería con serios problemas psicológicos y orgánicos considerándose mujer siendo realmente un hombre. Nuestras razones no bastan y la madre exige el alta previo tratamiento de la enfermedad que lo llevó al hospital- para perder su pista por completo, ya que al ir a su casa nos comunican el cambio de domicilio a otra zona desconocida por los informantes.es-SVHepatoesplenomegaliaanemiaanormalidadeshipospadias611Hipospadias (Revisión de casos operados en el Hospital Pediátrico ""Benjamín Bloom" en diez años 1956 - 1965).Thesis