Martínez Pineda, René2024-01-262024-01-262004-01-012309-687Xhttps://hdl.handle.net/20.500.14492/12130Esto ocurrió hace poco, un miércoles cualquiera,sobre la calle Arce y a plena luz del día. Junto a ese olor a mango verde con limón, sal y chile vino una silueta remendada por la emoción que me saludó muy efusivamente: "René me dijo- cuánto tiempo sin vernos".Yo, más avergonzado que sorprendido por no poder recordar a quien me saludaba, no obstante serme familiar su cara, devolví el saludo tratando de ser igualmente efusivo. Mientras hablábamos sobre tiempos pasados que me iban ubicando, cautelosamente,yo le ponía todos los uniformes que usé de estudiante para tratar de fijar su cara con alguno de ellos.No pude. Por eso recurrí a la salida fácil: ¿cuántos años teníamos sin vernos? Le pregunté,para que, en un solo lance,esos recuerdos sin fecha se metieran en el viento.¡Treinta años! -me contestó,como si estuviese diciendo treinta meses.es-SVLiteratura salvadoreñaensayos82860Sí,los Fantasmas existenArticle