Valladares García, Félix EdmundoSánchez Velásquez, Oscar AntonioVásquez González, Wendy Siomarasv86005@ues.edu.svvg22051@ues.edu.sv2024-11-252024-11-252024-09https://hdl.handle.net/20.500.14492/30396La enfermedad de Chagas sigue siendo un problema de salud pública en El Salvador y América Latina. Este estudio se centra en Jalpatagua, Guatemala, y Ahuachapán, El Salvador, durante 2016-2020, con el objetivo de identificar los factores socioepidemiológicos de los casos agudos de Chagas en estos municipios. Se realizó un estudio ecológico, transversal y retrospectivo, combinando métodos cualitativos y cuantitativos. El muestreo fue no probabilístico por conveniencia, utilizando la selección intencional de registros de casos agudos. Los datos se obtuvieron de SINAVE (Guatemala) y VIGEPES (El Salvador), empleando técnicas de exploración bibliográfica, análisis de datos secundarios y entrevistas semiestructuradas. Los resultados muestran que Ahuachapán tiene mayor densidad poblacional y mejores condiciones socioeconómicas que Jalpatagua. El acceso a servicios de salud, la educación y las condiciones de vivienda son cruciales en la prevalencia de Chagas. En Jalpatagua, la pobreza extrema es del 17%, mientras que en Ahuachapán es del 7.8%. El acceso a servicios de salud es limitado en Jalpatagua, especialmente en áreas rurales, dificultando la detección y tratamiento temprano de la enfermedad. Aunque Ahuachapán tiene mejor acceso, aún enfrenta barreras significativas. Las condiciones de vivienda en Jalpatagua, con un alto porcentaje de pisos de tierra y construcciones de adobe y bahareque, facilitan la infestación por triatominos. Ahuachapán también tiene viviendas con pisos de tierra, pero en menor proporción. La economía de Jalpatagua se basa en la agricultura y la ganadería, aumentando el riesgo de exposición a triatominos. Ahuachapán tiene una economía más diversificada, aunque las actividades rurales siguen siendo predominantes. Las intervenciones de salud pública han sido menos intensivas en Jalpatagua, contribuyendo a una mayor prevalencia de la enfermedad, mientras que en Ahuachapán se han realizado más esfuerzos en vigilancia y control. Las prácticas culturales y creencias locales influyen en la aceptación y efectividad de las intervenciones de salud pública. Triatoma dimidiata es el vector predominante en ambos municipios. En conclusión, la pobreza y las condiciones de vida precarias en Jalpatagua y Ahuachapán son determinantes en la transmisión de Chagas. La pandemia de COVID-19 exacerbó la pobreza e interrumpió los programas de control de enfermedades tropicales desatendidas, incluyendo Chagas. A pesar de esto, las acciones de vigilancia en Ahuachapán fueron más intensas que en Jalpatagua, resultando en un mejor control de la enfermedad. La movilidad de la población en áreas fronterizas facilita la dispersión de los vectores.esAttribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 InternationalEpidemiologíaEnfermedad de ChagasFactores de RiesgoFactores socioepidemiológicos de Chagas agudo en municipios fronterizos de Jalpatagua, Guatemala y Ahuachapán, El Salvador. Años 2016-2020Thesis