La titularización y su contribución al desarrollo del mercado de capitales.
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Date
1999-02-01
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La titularización es un tema que está adquiriendo connotación en el país en vista de la profundización que sé esta tratando de imprimir, tanto al incipiente Mercado de Valores nacional como al nuevo Sistema de Ahorro para Pensiones, que inició operaciones formalmente, el 15 de Abril de 1998. El Sistema de Pensiones requiere, especialmente en su inicio, de la existencia de una amplia oferta de títulos valores de rentabilidad y maduraciones acordes a la naturaleza de los recursos que administran los fondos de pensiones públicos y privados, a fin de evitar lo acontecido en otros países donde se ha establecido un Sistema de Pensiones Privado, de capitalización individual, donde generalmente solo han existido títulos gubernamentales y se ha experimentado una carencia de instrumentos privados para invertirlo La titularización es una técnica financiera2 ampliamente desarrollada en Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Francia, España, Japón y en menor escala en algunos países de América Latina como Colombia, Chile, México, Brasil, Argentina, Ecuador y Perú; y ha empezado a ser debatida y analizada su aplicación en nuestro medio, al considerarse que es uno de los mecanismos que puede contribuir al desarrollo del mercado de valores3 de nuestro país, que aún no ha podido alcanzar los niveles deseados, tanto en volumen de transacciones como en la profundidad de dicho mercado, al no existir las condiciones para poder establecer un mercado secundario de títulos valores que se traduciría consecuentemente en el desarrollo del mercado de capitales. Las cifras registradas por la sociedad Mercado de Valores de El Salvador, S.A. , única Bolsa de Valores existente en el País, indican que desde su creación en 1992 hasta Septiembre de 1998, del total del volumen transado por 189 mil millones, el 79% fueron reportos, el 19% correspondió a emisiones en mercado Primario, y el mercado secundario apenas alcanzó el 2% (Anexo No. 1). Esta estructura, obviamente denota el estrecho desarrollo del mercado de valores tanto por su reducido tamaño como por la falta de liquidez que tienen los títulos cuando se requieren transar en mercado secundario; deteriorándose más esta situación por la desconfianza que se generó en el mercado desde 1997 y que aún persiste, con la quiebra de la financiera Finsepro, la crisis experimentada por la Financiera Fincomer y más recientemente con la quiebra del Banco Credisa en enero de 1999. La superación de la problemática señalada del Mercado de Valores nacional es crucial para que el nuevo sistema de pensiones tenga éxito, ya que el volumen de recursos que estos manejarán será cuantioso y de exigibilidad de largo plazo. De tal forma que de no existir un mercado de valores con suficiente oferta de títulos para invertir, provocará que recursos de largo plazo idóneos para inversiones productivas se vayan a colocar en operaciones de corto plazo dentro del sistema financiero que se utilizará ineludiblemente para financiar consumo, que si bien es un rubro importante para la economía, no lo es en prioridad en relación con actividades económicas productivas. Los emisores usan este tipo de financiación como una fuente de fondos al ternati va o porque puede ser menos caro. Esto puede ser especialmente cierto en mercados emergentes, como América Latina y el Sur Este de Asia. En estas regiones la titularización puede proporcionar valiosos fondos cuando otras fuentes son escasas. I Actualmente, las empresas e instituciones que por ejemplo, canalizan créditos para Adquisición de vivienda, Compra de vehículos, Tarjetas de Crédito, etc., tienen que recuperar esas inversiones muy lentamente dado los plazos a que han sido concedidos, afectando sus flujos de efectivo y limitando sus niveles de inversión; sin embargo, con la titularización de dichos activos, tales entidades podrían volver liquidas sus carteras de préstamos y cuentas por cobrar, y acelerar el ciclo de recuperaclon de tales inversiones para continuar proveyendo de mas financiamiento a sus clientes en la medida en que el mercado de valores se vaya desarrollando y beneficiarse al mejorar su nivel de apalancamiento. Coyunturalmente en el país, el financiamiento Bancario ha resultado inclusive de menor costo al que se obtiene a través de la Bolsa de Valores; sin embargo, si se analiza en perspectiva, la globalización de los ~'mercados financieros, a mediano y largo plazo, indica un proceso de desintermediación , es decir, que se irá experimentando una tendencia por el financiamiento a través de Bolsa, el cual tenderá a acrecentarse y a obtenerse a costos menores o similares al financiamiento bancario tradicional. En Estados Unidos de Norteamérica, el número de Bancos se ha reducido en aproximadamente un tercio en la última década y el porcentaje de participación de mercado de los bancos comerciales tradicionales y de las instituciones de ahorro y préstamo combinadas, se redujo de un 53% en 1980 a un 32% en 1995ii Sobre este mismo aspecto, continua el autor antes mencionado, que " Los Bancos de inversión están aprovechando las enormes oportunidades evidenciadas por la creciente demanda de financiamiento y los amplios márgenes de intermediación de la banca tradicional. El fenómeno de Titularización (Securitización), en la cual se emiten títulos como un respaldo de activos o contratos financieros ha sido especialmente popular en los Estados Unidos donde un 60% de las hipotecas respaldan algún título valor en el mercado. Esta experiencia, está siendo reproducida en todo el mundo y activos tan di versos como barcos, flotillas de vehículos, cuentas por cobrar de tarjetas de crédito y contratos de exportación son respaldados con títulos emitidos iii La titularización de activos es entonces un mecanismo financiero utilizado en países desarrollados y emergentes, que en nuestra regla aún constituye una modalidad relativamente nueva que puede convertirse en una herramienta para dotar de liquidez a las empresas, especialmente de las entidades financieras, sin afectar los niveles de endeudamiento ni comprometer su solvencia, permitiendo el acceso a recursos de largo plazo, especialmente de los fondos previsionales y compañías aseguradoras.